viernes, 5 de mayo de 2017

Me quisistes, hasta en la ignorancia 
¡de mi sentimiento!
Mi memoria juega con ecos de caracola, 
y el desenfreno de sus gritos subterraneos
Me provocan el orgasmo que ¡ya!... no esperas,
Me sigues queriendo ¡hasta!... después de muerto
Haciendome practicar la necrofilia.
Quisiera extinguirme en una de tus citas.
Pues, no merezco que sigas regalándome, 
Pétalos de rosas, licuados... en besos sin tu boca.

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